Crimen en directo.

"El error se evita pensando antes de cometerlo, pero cuando ya está hecho, lo único que queda es aceptarlo" (Anónimo).

¡Uff! Llevaba demasiado demasiado tiempo sin incluso mirar el blog. Ahora que los estudios me dejan un margen para descansar puedo seguir con la lectura a la que tenía tan abandonada. El primer libro que me he leído estos días atrás es el llamado "Crimen en directo", de Ryan David Jahn, del cual os voy a hablar. ¡Un saludo y gracias!





Escritor y guionista norteamericano, nació en Arizona en 1979 y pasó la mayor parte de su adolescencia entre el apartamento de su padre y los diversos pisos en los que vivió su madre en Los Ángeles, para acabar compartiendo un piso de una habitación con otras seis personas. Eso lo llevó a pasar la mayor parte de su tiempo en las bibliotecas. Se alistó en el Ejército norteamericano nada más acabar el instituto, una experiencia que ha descrito como "ridícula". Hoy en día vive y escribe en Louisville, Kentucky. Nada más publicar su primera novela, "Crimen en directo", recibió excelentes críticas y acabó recibiendo un premio de la Crime Writer’s Association. Ha publicado otras tres novelas: Low Life, The Dispatcher, The Last Tomorrow.





No sé si sabréis que el año pasado Los Reyes Magos fueron buenos conmigo y me regalaron un e-reader para que mi madre y yo pudiéramos ahorrar algo en libros al mes (el motivo principal es que mi madre siempre pide colecciones y yo me quedo sin leer libros nuevos durante meses). La verdad es que me encanta y este libro me lo leí en él, como quien dice, en menos que canta un gallo. Leí su reseña en en un folleto que me dieron mientras paseaba por la calle y, como novela policíaca que es, me llamó la atención enseguida.




Katrina Marino va a morir. Esta es la historia de Katrina, de su asesino y de sus vecinos, que fueron testigos del crimen y no hicieron nada por evitarlo. La historia de un asesinato y de un grupo de personas cuyas vidas se verán profundamente afectadas por él. La historia de un grito en plena noche, que todo el mundo oyó pero nadie quiso escuchar. La historia de un nervioso recluta de la guerra del Vietnam, de un antiguo soldado que planea suicidarse, de una mujer que cree haber matado a un niño… Y también de otras personas sacudidas por ese crimen: un viejo profesor que no logra huir de su pasado, un ingenuo chantajista que pronto descubrirá a qué tipo de gente ha estado amenazando, un policía corrupto con un particular y brutal sentido de la justicia.




Genial. Genialísimo. Me leí este libro en dos días, pegada a la pantalla del e-reader hora tras hora. Sencillamente me encantó la manera que Ryan David Jahn tiene de escribir. Nunca lo había oído pero tras este libro queda apuntado en mi lista de escritores. Lo bueno que tiene este libro es que no es demasiado largo y tiene la trama perfecta para entretener y amenizar cada minuto de lectura. Te engancha de principio a fin y la verdad es que no deja indiferente. A mí, que me encantan este tipo de libros, puedo decir que tiene algo distinto a los demás. Con esto no me refiero al modo particular de redactar de cada escritor ni el esfuerzo por tratar un tema demasiado sobre-explotado, sino la manera que refleja el autor los sentimientos de cada uno de los personajes, la agonía y los problemas de cada uno de ellos. Otra cosa que en el mundo literario es difícil, que es la mezcla de diversas historias dentro de una principal, en este libro es, a mi juicio, lo más entretenido. La manera de enfocar cada uno de los problemas de la comunidad de vecinos, el egoísmo y el puro beneficio personal de todos ellos que hacen prevalecer sobre lo verdaderamente importante, es lo que se lleva la palma. A ello, debéis añadir el hecho de que este libro está basado en una historia real, ocurrida en 1964, lo que de un modo más intenso te hace reflexionar sobre lo verdaderamente importante de cada uno, nuestra personalidad y la manera que tenemos de ayudar al prójimo. Os invito de veras a leerlo porque es un libro que no cansa y es muy fácil de leer. 

"Recuerda cuando vio a Kat regresando en su coche a casa después de su jornada en el bar donde trabaja, recuerda pasar junto a ella, saludarla con la mano y verla sonreírle; tiene la sensación de que han transcurrido siglos, aunque sucedió tan sólo hace un par de horas. Piensa en ese momento y piensa que Kat debe de haberse pasado a la intemperie todo ese rato. Frank traga saliva. Tiembla. Se mete las manos en los bolsillos para contener el temblor y mira a sus vecinos uno a uno. Nadie le devuelve la mirada. Se limitan a permanecer ahí, de pie, en silencio, con la vista clavada en el suelo" (Crimen en directo, Ryan David Jahn).

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